La Copa Mundial de la FIFA 1962, celebrada en Chile desde el 30 de mayo hasta el 17 de junio, marcó un período importante en la historia del fútbol nacional. Este evento demostró que Chile era capaz de organizar un evento internacional y también le otorgó al país una mejor reputación en el mundo del fútbol. Fue la séptima Copa Mundial, un evento relevante considerando que los éxitos y dificultades del país anfitrión salieron a la luz.
Viaje hacia la sede de la Copa del Mundo
El viaje de Chile hacia la organización de la Copa del Mundo comenzó en 1954, cuando la FIFA invitó a los países a postularse para el torneo. Frente a una fuerte competencia de su vecino Argentina, Chile ganó el derecho a ser anfitrión por una votación convincente de 32-11. Las predicciones eran inciertas, pero el jefe del comité organizador chileno, Carlos Dittborn, jugó un papel importante en esta victoria con una presentación convincente que destacó los ideales de la FIFA y la preparación de Chile.
Sin embargo, las preparaciones estuvieron plagadas de adversidades. El país había experimentado recientemente una sucesión de terremotos, uno de ellos el terremoto de Valdivia, lo que generó preocupaciones sobre la infraestructura y la seguridad. A pesar de todo, los chilenos lograron unirse para construir nuevos estadios, incluido el magnífico Estadio Nacional en Santiago, que eventualmente albergaría el partido final.
Cómo se desarrolló el torneo
El torneo contó con 16 equipos de tres confederaciones, incluidos los clasificados automáticos Chile y Brasil. En total, 56 equipos participaron en las rondas de clasificación, con solo 14 uniéndose a los anfitriones y a los campeones defensores en las finales.
El desempeño de Chile fue particularmente impresionante; terminaron terceros en general, derrotando a Yugoslavia 1-0 en el partido por el tercer lugar. Este logro fue monumental para una nación que había estado mucho tiempo a la sombra de sus vecinos más celebrados.
Partidos clave
Los partidos infames del torneo incluyeron el encuentro entre Chile e Italia el 2 de junio. Conocido como la “Batalla de Santiago“, este partido estuvo lleno de violencia, incluyendo brutales confrontaciones físicas entre los jugadores que requirieron la intervención de la policía en varias ocasiones. El partido terminó con una victoria de 2-0 para Chile, eliminando así a Italia de la competencia y generando un nivel de orgullo nacional entre los seguidores.
Otro emocionante partido fue entre Chile y la Unión Soviética por un lugar en las semifinales. La nación anfitriona ganó 2-1, una vez más consolidando su estatus como uno de los mejores equipos en el suelo sudamericano.
El dominio de Brasil
Aunque Chile se robó el protagonismo con su potente exhibición, Brasil ganó el campeonato por segunda vez consecutiva. En la final, en el Estadio Nacional, los brasileños derrotaron a Checoslovaquia 3-1. Sin su estrella lesionada Pelé al inicio de la competencia, fue una prueba de la profundidad de Brasil, con jugadores como Amarildo ocupando posiciones vitales para garantizar su exitosa campaña.
Estadísticas del torneo
- Partidos jugados: 32
- Goles anotados: 89 (promedio de 2.78 goles por partido)
- Asistencia total: Aproximadamente 893,172 espectadores
La Copa Mundial de la FIFA 1962 no tuvo un único máximo goleador. En cambio, se presentó una situación única en la que seis jugadores empataron como los máximos goleadores del torneo, cada uno con cuatro goles. Estos jugadores fueron:
- Garrincha (Brasil)
- Vavá (Brasil)
- Dražan Jerković (Yugoslavia)
- Flórián Albert (Hungría)
- Leonel Sánchez (Chile)
- Valentin Ivanov (Unión Soviética)
Dado que todos anotaron cuatro goles, la Bota de Oro (en ese entonces conocida como el premio al máximo goleador del torneo) fue compartida entre ellos.
Significado cultural
Ser anfitrión de este Mundial tuvo una implicancia cultural mayor de lo que el fútbol podría representar por sí mismo. Proporcionó un sentido de identidad y orgullo nacional entre los chilenos durante un tiempo en que su país estaba agobiado por desafíos sociales y políticos. El éxito de este evento galvanizó el apoyo al fútbol como una característica importante de la cultura chilena.
La Copa Mundial de la FIFA 1962 en Chile fue un momento en la historia que mostró la resiliencia, pasión y talento de Chile para el juego. Hoy en día, mientras los fanáticos recuerdan este torneo, rememoran los partidos jugados y cómo este evento moldeó su identidad como una nación futbolista. Este Mundial sigue siendo recordado hoy, inspirando a las futuras generaciones para que el deporte del fútbol traiga orgullo y alegría a Chile.
Legado e impacto
La Copa Mundial de 1962 tuvo un impacto duradero en el fútbol chileno. Muchos aficionados y jugadores vieron este evento como una instancia de orgullo y solidaridad para la nación, frente a la calamidad. Esta competencia mostró que Chile era capaz de organizar un evento a nivel internacional, y marcó el comienzo de un mayor talento futbolístico en el futuro.
Además, subrayó problemas de deportividad y violencia en el fútbol; cuestiones que resonarían mucho después del pitazo final. La “Batalla de Santiago” ha quedado como un cuento de advertencia sobre la agresión en el campo y se ha convertido en parte del folklore futbolístico.