Chile enfrenta a Bolivia en El Alto con la meta de ganar para seguir soñando con el repechaje

La Selección Chilena enfrenta un momento decisivo en las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026. Justo hoy, el 10 de junio de 2025, La Roja pisa el Estadio Municipal de El Alto, a 4.150 metros de altura, para medirse contra Bolivia. La presión pesa como nunca. 

Los hinchas, entre la ilusión y el desencanto, llenan redes sociales con comentarios que van desde la esperanza ciega hasta la resignación absoluta. Ricardo Gareca, el técnico, admite que este es el desafío más duro de su carrera. 

Un triunfo mantiene viva la llama del repechaje, pero cualquier otro resultado podría apagar el sueño mundialista. ¿Podrá Chile superar la altitud y su propia crisis?

La cuerda floja de La Roja

Chile arrastra un presente sombrío en la tabla de las Eliminatorias. Con solo 10 puntos en 15 partidos, ocupa el último lugar, décimo, por debajo de Perú y Bolivia. La zona de repechaje, en manos de Venezuela con 18 puntos, parece un espejismo a 8 unidades de distancia. 

Los números son crueles. Un empate sin goles contra Colombia y una victoria 2-0 ante Perú en casa dieron algo de oxígeno, pero la derrota 3-1 frente a Uruguay como visitante mostró la fragilidad fuera de Santiago. 

La incapacidad de sumar lejos de casa es un lastre. Por lo tanto, el duelo en El Alto se convierte en una batalla donde no hay margen de error.

El peso de la altura boliviana

Jugar en El Alto no es cualquier cosa. Los 4.150 metros sobre el nivel del mar convierten el partido en un desafío físico y mental. Bolivia saca provecho de esta ventaja natural, mientras Chile lucha por adaptarse. 

La Roja entrenó en La Paz, en el complejo de Bolívar, buscando aclimatarse. Aun así, la altitud limita la intensidad. Los jugadores no pueden correr sin pausa, y la estrategia debe ser precisa. 

Curiosamente, Chile tiene un recuerdo esperanzador. En 2022, venció 3-2 a Bolivia en La Paz, con un Alexis Sánchez inspirado. Pero el presente es otro. La Roja suma un solo punto en siete salidas como visitante, con un gol a favor y 15 en contra. 

Las apuestas no creen en milagros, pero chilenos sí

Las predicciones pintan un panorama oscuro para Chile. Los que consultan la inteligencia artificial ya han podido ver que algunos programas dan a Bolivia un 45% de probabilidad de victoria, un 30% de empate y solo un 25% de triunfo chileno, con un posible 2-1 a favor de los locales. 

Las casas de apuestas refuerzan esta idea. Es decir, MelBet pone una cuota de 1.61 para el triunfo boliviano, 3.90 para el empate y 5.65 para una victoria de La Roja. 

La prensa chilena, dividida, refleja el sentir de los hinchas. Juan Cristóbal Guarello sueña con un 3-1 a favor de Chile, pero también ha dicho que esta es “la peor selección en décadas”. Mientras, Manuel de Tezanos, más pesimista, ve a Bolivia ganando. 

Parece que la fe escasea, pero aún queda un hilo de esperanza, y los chilenos, confiando en los mejores pronósticos de fútbol, apoyan a su selección y creen firmemente en la victoria.

Gareca bajo fuego y un equipo renovado

Ricardo Gareca enfrenta críticas feroces. Tras la derrota 1-0 ante Argentina, la prensa lo acusó de errores tácticos y una alineación débil. Los hinchas, furiosos, piden su salida en redes sociales. 

El “Tigre” admite estar dolido, pero asegura que sus jugadores tienen calidad. Para El Alto, cambia el equipo. Arturo Vidal y Guillermo Maripán, suspendidos, y Vicente Pizarro, de bajo rendimiento, quedan fuera. Fabián Hormazábal entra como lateral derecho, y Felipe Loyola se mueve al mediocampo, donde rinde mejor. 

La probable formación incluye a Brayan Cortés en el arco, una defensa con Hormazábal, Kuscevic, Sierralta y Suazo, un mediocampo con Loyola, Echeverría y Núñez, y un ataque liderado por Osorio, Sánchez y Cepeda. Claro está, la estrategia debe ser inteligente para sobrevivir la altitud.

Las figuras que pueden cambiar el destino

Algunos jugadores cargan con la responsabilidad de salvar a La Roja. Aquí van los nombres clave:

  • Alexis Sánchez: El “Niño Maravilla” es el alma del equipo. Con 167 partidos y 51 goles, su experiencia es vital. En 2022, marcó un doblete en La Paz. Su estado de ánimo, según Gareca, es óptimo.
  • Lucas Cepeda: La joven promesa brilla con tres goles y dos asistencias en sus últimos dos partidos. Su velocidad puede desequilibrar.
  • Marcelino Núñez: Anotó en la victoria de 2022 contra Bolivia y contra Perú este año. Su rol en el mediocampo será crucial.
  • Benjamín Kuscevic: Jugó los 90 minutos en el triunfo de La Paz. Su solidez defensiva es un pilar en la altura.

 Estos nombres deben brillar para que Chile sueñe. De hecho, sin su aporte, la derrota acecha.

El día después del partido

El resultado en El Alto marcará el futuro de Chile. Una victoria daría 13 puntos, manteniendo a La Roja viva, aunque a 5 puntos del repechaje si Venezuela pierde. Sería un impulso anímico, rompiendo una racha de siete partidos sin ganar fuera. 

Sin embargo, los duelos contra Brasil y Uruguay seguirán siendo un muro. Un empate dejaría a Chile con 11 puntos, virtualmente eliminado, dependiendo de milagros. 

Una derrota, en cambio, sería el fin. Con Bolivia en 17 puntos, la diferencia con el repechaje se haría inalcanzable. Más aún, activaría rumores sobre la salida de Gareca. 

El ocaso de una era

El partido contra Bolivia es un reflejo de los problemas del fútbol chileno. La “Generación Dorada” ya no está, y el recambio no cuaja. La falta de planificación, la desconexión entre táctica y ejecución, y el desgaste anímico pesan. Gareca, cuestionado, lucha por encontrar respuestas. 

Los hinchas, entre la fe y la rabia, ven cómo el orgullo nacional se desvanece. Una victoria en El Alto podría ser un respiro, pero no borra las grietas. Por lo tanto, este duelo es más que tres puntos. Es un juicio al presente y al futuro de La Roja. ¿Podrá Chile levantarse o será este el adiós definitivo al Mundial 2026?