La décima edición de la Copa América Femenina ya está en marcha en Ecuador. Este torneo continental abre las puertas a los Juegos Panamericanos de Lima 2027. Para Chile, una selección con historia y presente en cada edición del certamen, las aspiraciones se sienten renovadas.
El debut de La Roja Femenina el pasado 12 de julio fue una clara muestra de intenciones. Una goleada por 3-0 sobre Perú las instaló de inmediato como líderes del Grupo A, un comienzo que llena de confianza al plantel. Según los pronósticos más confiables, empezar con el pie derecho en un torneo tan corto es una ventaja que puede ser decisiva más adelante.
Un segundo tiempo que cambió la historia
El partido contra Perú en el Estadio IDV de Quito tuvo dos caras muy distintas. La primera mitad terminó sin goles. Chile dominaba la pelota, pero no lograba generar peligro real en el arco rival. Parecía que la ansiedad del debut pesaba un poco. Sin embargo, el equipo que salió a jugar el complemento fue otro. Las jugadoras mostraron más decisión y las modificaciones del técnico Luis Mena resultaron claves.
De hecho, el ingreso de Yessenia López, Mary Valencia y Sonya Keefe cambió la energía del equipo. El primer aviso fue un remate de Yanara Aedo que casi se cuela en el arco. Poco después, Pamela Cabezas abrió el marcador y desató la alegría. Más tarde, Sonya Keefe amplió la ventaja. Finalmente, Mary Valencia selló el 3-0 definitivo. Un triunfo contundente que se construyó enteramente en la segunda parte del juego.
El valor de una pausa en la altura
Esta victoria por 3-0 no solo entrega tres puntos vitales. Además, catapulta a Chile a la primera posición del Grupo A por diferencia de goles. Mientras sus rivales directos, Ecuador y Uruguay, empataron y se repartieron puntos, Chile tomó una ventaja inicial. Un elemento estratégico muy importante es la jornada libre que tendrá el equipo en la segunda fecha.
Mientras Perú se mide con Ecuador, las chilenas tendrán un valioso tiempo extra de descanso y preparación. Jugar en la altura de Quito es un desafío físico enorme. Por lo tanto, esta pausa permite una mejor recuperación y una planificación más detallada para el difícil partido que se viene contra Argentina el 18 de julio. Parece que el calendario, esta vez, jugó a favor de La Roja.
Un grupo donde nadie regalará nada
El camino en esta Copa América Femenina no será para nada sencillo. El Grupo A es extremadamente competitivo y cada partido será una final. Argentina, siempre candidata, posee un juego de alta posesión y una defensa muy organizada.
Ecuador, el anfitrión, cuenta con el apoyo de su gente y la ventaja de estar acostumbrado a la altura de Quito. Ya demostraron su carácter al remontar un 0-2 contra Uruguay. Las uruguayas, por su parte, son un equipo experimentado que sabe jugar de contraataque y puede complicar a cualquiera.
Chile deberá afrontar estos desafíos con máxima concentración. Los próximos encuentros serán:
- Chile vs. Argentina (18 de julio)
- Chile vs. Ecuador (21 de julio)
- Chile vs. Uruguay (24 de julio)
Mirando de reojo el camino a la fase final
El objetivo es claro, quedar entre los tres primeros del grupo para avanzar a la fase final del torneo. El partido contra Argentina será una prueba de fuego para medir las verdaderas aspiraciones del equipo. Contra Ecuador y Uruguay, La Roja deberá hacer valer su juego y la profundidad de su plantel para sacar buenos resultados.
La goleada frente a Perú no fue casualidad, fue el resultado de un equipo que supo corregir sus errores y mostrar su mejor versión cuando fue necesario. Este triunfo es un golpe sobre la mesa, un mensaje para los rivales de que Chile viene a competir en serio.
La cohesión del grupo, la inteligencia táctica del cuerpo técnico y el talento de sus jugadoras son las herramientas con las que La Roja buscará hacer historia en tierras ecuatorianas. El camino es largo y difícil, pero comenzó de la mejor manera posible.